En muchas ocasiones nos dejamos envolver por la vida monótona y sedentaria,
en la cual, nuestra rutina consiste en pasar horas y horas sentadas en nuestro
lugar de trabajo, caminando únicamente para acudir al sanitario o en la hora de
la comida. Aunado a esto, al llegar a nuestras casas de igual forma nos
sentamos a ver algo en la televisión y poder relajarnos del día tan estresante
que tuvimos.
Esto sin contar las horas que podríamos estar a diario atoradas en el
tráfico. Y por lo general, no reparamos en los problemas que esto podría
traernos para la salud en general, y claro, al aspecto de tus piernas debido a la
falta de circulación.
Comienza a Reactivar la Circulación en tus Piernas
Es por esta razón que es importante a realizar algunos cambios en tu rutina
que te permitan comenzar a reactivar la circulación en tu cuerpo y puedas
reducir o prevenir el surgimiento de las venas varicosas.
Acostúmbrate a Caminar más.
Si eres de las que utilizan el automóvil hasta para ir a la tienda de la
esquina, quizá sea el momento de que comiences a dejarlo y en su lugar
prefieras realizar pequeñas caminatas. De igual forma, si no es necesario ir
conduciendo a tu trabajo o escuela, mejor utiliza el transporte público.
Con esto, además de mejorar tu circulación, comenzarás a notar cambios tanto
físicos como de salud, debido a que también estarás combatiendo la obesidad
(otra factor para la aparición de várices) y reforzando tus Sistema cardiorrespiratorio.
Lo que a su vez, te dará mayor energía para continuar tu jornada.
Intenta no permanecer mucho tiempo sentada o de pie.
A veces por cuestiones laborales no nos queda de otra más que permanecer
muchas horas sentadas bajo una computadora, o por el contrario, nos exigen
estar mucho tiempo de pie (si eres demo vendedora en alguna tienda
departamental lo entenderás).
En el caso de que tus funciones las lleves a cabo en un escritorio, es
importante tomarte de 5 a
10 minutos cada hora y media para, como se dice popularmente, "estirar
las piernas". Puedes tomar ese tiempo para ir al sanitario o
simplemente camina en tu oficina. También puedes optar por realizar algunas
actividades de pie como hablar por teléfono, ir a ver asuntos de trabajo con un
compañero en lugar de enviarle un correo electrónico. A su vez, durante los
períodos que te encentres sentada, evita lo más que puedas cruzar las piernas,
ya que esto comprimirá aún más lo vasos sanguíneos afectando la circulación.
Si tu labor la efectúas con jornadas largas de pie, de igual forma, trata de
caminar de vez en cuando, procura tomar espacios para sentarte y alzar un poco
los pies para que ayudes a la sangre a continuar su camino al corazón. Por
último, mientras te encuentres parada, intercambia el peso de un pie a otro
constantemente, para disminuir la presión sobre ellos.
Vigila tu Alimentación
Si algo puede afectar al Sistema Cardiovascular en general es el consumo de
grasas de saturadas, ya que estas aumentan considerablemente la densidad de la
sangre, además de adherirse a las paredes vasculares, por eso, hay que preferir
una dieta baja en este tipo de grasas y que contemple de forma balanceada los
tres principales grupos: Proteínas, carbohidratos y grasas (Insaturadas).
A su vez, existen algunos productos alimenticios que, gracias
a sus propiedades, ayudan a reactivar la circulación y desinflamar las venas
varicosas, tales como la piña, cereza, arándanos y Jengibre. Por lo que
incluirlos a tu dieta puede ser una excelente idea.
No olvides tampoco la importancia de mantenerte hidratada, consumir las
cantidades adecuadas de agua te ayuda a limpiar la sangre disminuyendo su peso,
además de incrementar la resistencia y flexibilidad de los tejidos vasculares y
la piel.
Haz Ejercicio Cardiovascular
Actividades como correr o el zumba, fortalecen todo tu sistema
cardiovascular, desde el corazón hasta los pulmones, permitiendo que la
circulación de la sangre se optimice de forma considerable. Si te decides por
correr, puedes apoyarte en máquinas como la elíptica, la cual reduce el impacto
en los pies producid por trotar.
Por otro lado, el ejercicio con pesas incrementa la presión sobre tus venas
(si no, basta ver las venas de los fisiculturistas), haciéndolas más propensas
inflamarse, por lo que es recomendable moderar la carga al hacerlos y
combinarlos con los ejercicios aeróbicos.
Toma unos minutos para consentirte al Final del Día
Y que mejor forma de hacerlo que dándote un
masaje al final de tu extensa jornada, esto no sólo relajará tus piernas
sino que podrás reactivar la circulación en las venas, comenzando a sentir un
gran alivio. Para esto, sólo debes ponerte en un lugar cómodo, y elevar las
piernas, en esta posición comienza a masajear desde la punta de los pies al
abdomen en forma circular, puedes apoyarte con
alguna crema o loción, fabricada con Castaño de Indias o de Zanahoria con
Aloe Vera. Con esto el efecto relajante y de alivio se incrementará.
También de vez en cuando, puedes ir a consentirte por profesionales que den
un masaje más profundo, lo que te dará aún más descanse y sin duda, te ayudará
con tus problemas de várices.
Espero que estos consejos te hayan servido y no dudes en implementarlos en
tu día a día, ya que tus piernas y tú se lo merecen.
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