La aparición de varices en las piernas es una condición muy común en la actualidad. Según diversas estimaciones, sufren de venas varicosas entre el 30% y 40% de las mujeres y el 10% y 20% de los hombres mayores de 18 años. Los cuales requieren de un tratamiento terapéutico constante y hasta cierto punto, realizar varios cambios en su estilo de vida. E incluso es posible que sea necesaria una cirugía cuando el mal estado de los vasos sanguíneos se encuentra muy avanzado.
Por tal motivo, el saber como prevenir su aparición o al menos desacelerarla resulta muy importante.
Como Prevenir la aparición de las Varices en las Piernas
El principal factor para que aparezca esta enfermedad es a menudo las condiciones de trabajo insalubres y el propio estilo de vida. Por lo tanto, el riesgo de desarrollar varices aumenta con la estancia prolongada en una posición sentada o de pie. El tabaco y el alcohol también estimulan su progreso.
A veces, las venas varicosas se desarrollan durante el embarazo debido a un desequilibrio hormonal y la compresión venosa ocasionada por el peso del producto en el útero, aunado a la retención de líquidos lo que impide el flujo normal de la sangre.
En nuestro tiempo, un factor peligroso es la obesidad, lo que aumenta el riesgo de las venas varicosas en un 33%. Por lo tanto, es necesario conservar una dieta moderada y balanceada, se debe consumir más frutas y verduras crudas, evitar los alimentos picantes y condimentos.
También el abuso de tomar el sol, el uso saunas y cámaras de bronceado pueden actuar sobre la enfermedad.
Por supuesto, estos factores no necesariamente producen las varices en las piernas, pero incrementan en gran medida la probabilidad de su desarrollo, especialmente cuando se combinan.
En primer lugar, las personas que tienen predisposición a desarrollar venas varicosas deben eliminar o al menos reducir al mínimo los impactos negativos que puedan estimular el desarrollo de la enfermedad o aumentar su velocidad.
Para las varices en las piernas es importante seguir ciertas pautas sencillas pero igual de relevantes para los pacientes con síntomas iniciales, para aquellos que se ha sometido a cirugías de removerlas y los que se encuentran bajo tratamiento de la enfermedad vascular.
Por encima de todo, deben evitar cargas estáticas prolongadas asociadas por lo general con el tipo de trabajo. Las personas que trabajan desde hace mucho tiempo en una posición sedentaria vertical (de pie) deben realizar cada 20-30 minutos de 10 a 15 movimientos de flexión del talón a la punta para estimular el flujo venoso reduciendo la presión en los músculos de la pantorrilla.
Durante la jornada de trabajo por cada 2-3 horas procura tomarte de 10 a 15 minutos de descanso, y si tienes oportunidad de acostartse, hazlo colocando tus sus pies sobre un pequeño cojín o almohada. Las personas con ocupaciones "sedentarias" deben mantener los pies estirados sobre una base baja y levantarse cada media hora para caminar durante 3 a 5 minutos. También es recomendable el uso de medias de compresión, para estimular evitar el estancamiento de la sangre y reducir la sensación de cansancio y pesadez en las piernas.
Es recomendable caminar más, preferir utilizar las escaleras en lugar del ascensor. Un buen ejercicio resulta de caminar todos los días a un ritmo tranquilo una distancia de 2 a 3 km.
Se debe evitar el estrés excesivo y extremo en los pies, como ocurre cuando se juega fútbol, baloncesto, voleibol, tenis, esquí y mucho más.
Las personas propensas a las venas varicosas deben reducir o abandonar el ejercicio asociado con el levantamiento de pesas, así como aquellos que se utilizan para construir los músculos en las piernas. En su lugar puedes optar por natación, la cual fortalece tanto tu cuerpo como el sistema cardiovascular. Los movimientos de la natación proporcionan un flujo óptimo en las piernas. Los que no saben nadar, pueden tomar clases de gimnasia en el agua.
Durante el sueño, los pies deben estar en una posición ligeramente elevada (15-20 cm), evitando así la estasis venosa. La misma posición se debe utilizar en la vida cotidiana el mayor tiempo posible: mientras lees un libro, el periódico, ves la televisión o una buena película.
Las mujeres embarazadas para protegerse de la aparición de las arañitas venosas, necesitan realizarse masajes en las piernas de forma regular con cremas y geles vasotónicos. Lo cual mejora la circulación, alivia la hinchazón y la fatiga.
A menudo los tratamientos hormonales como los anticonceptivos, para la osteoporosis y para aliviar los síntomas de la menopausia suelen tener un efecto negativo en las varices. Por lo tanto, debería deben tomarse con precaución y sólo después de consultar con un especialista.
Es importante mantenga tu peso estable. El exceso de grasa corporal, especialmente en el área abdominal, aumenta la presión sobre las venas de la ingle y los muslos, por lo que el flujo sanguíneo se ralentiza y la presión en las venas aumenta. Si tienes 15% de exceso de peso, puedes resultar muy propensa a desarrollar venas varicosas. Las personas que sufren de obesidad son generalmente inactivas.
Muchas de ellas, avergonzados de su integridad, utilizan prendas ajustadas y de control. Esto comprime los vasos sanguíneos, alterando la circulación de la sangre, aumentando la presión en las venas mientras estas comienzan a crecer. Por lo tanto, si tienes sobrepeso debes revisar tu dieta y complementarla con alimentos útiles para los venas.
Ejemplos de estos son las fuentes ricas en vitamina E y fibra (avena de grano germinado y el trigo, la soja, los guisantes, salvado), frutas cítricas, pimientos, ajo, nueces, té verde. Evite el consumo de alimentos grasos, con alto contenido de almidón, los embutidos y enlatados ya que estos destruyen las paredes de las venas y las válvulas.
Otro punto a cuidar es el estreñimiento. Cuando este se presenta, el esfuerzo para defecar ocasiona que se presione la parte superior de las venas de las piernas, lo que contribuye al desarrollo de varices. Así que trata de comer comidas altas en fibra y baja en grasas. Pan rico en fibra de salvado, cereales, y hortalizas de hoja verde.
No es aconsejable visitar saunas y camas de bronceado. En caso de hacerlo debe recurrir a tratamientos de frío para reducir el efecto de las altas temperaturas. Por ejemplo, verter agua fría sobre las piernas. También es importante evitar la exposición prolongada al Sol.
Es necesario prevenir las lesiones en las extremidades como heridas y contusiones, especialmente en las áreas de las válvulas venosas ya que pueden provocar que las venas varicosas se produzcan.
Como podrás observar, para realizar estos consejos no necesitas de un gran esfuerzo por lo que basta que comiences a modificar algunos aspectos de tu vida cotidiana.
En la guía "Vivir Sin Várices" podrás encontrar un tratamiento que te permitirá librarte de las molestas arañitas y venas varicosas en las piernas de forma natural, segura y en pocas semanas.
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